De nuevo el uso de una terminología u otra puede llevarnos a un universo de locura.
Diseño de packaging, diseño de packing, diseño de envases, diseño estructural de packaging, diseño de etiquetas, diseño de estuches, diseño de cajas, diseño de troqueles…
Vayamos por partes…PACKAGING de forma literal es embalaje, pero embalaje, según la RAE, es la caja o cubierta con que se resguardan los objetos que han de transportarse, y eso, en el mundo profesional en realidad es PACKING.
Entonces, ¿qué és packaging?
PACKAGING es un término que en los últimos años se ha extendido y hace referencia a la suma de todos los elementos que intervienen en cómo se muestra y se expresa un producto.
Un packaging es el envase en sí, su forma, sus características, el material…también es el diseño, la decoración, cómo se muestra un producto, los acabados…
Nos diréis, sí, pero vemos muchos nombres diferentes para decir lo mismo. Por ejemplo, según la RAE, un envase es aquello que envuelve o contiene artículos de comercio u otros efectos para conservarlos o transportarlos. Para nosotros el envase forma parte del trabajo de packaging. Hay muchos materiales y formatos de envase, vidrio, estuches de cartón, doypack, envases de aluminio… cualquiera de ellos es packaging. Igual que el diseño gráfico para un envase. Da igual que se aplique sobre una etiqueta, sobre un estuche, sobre una caja…el diseño forma parte del packaging de un producto.
Por lo tanto, para nosotros hablar de packaging se refiere a un concepto mucho más global que entiende que cualquier elemento que envuelve o contiene un producto es el que determina la personalidad, valor, diferenciación y características de éste respecto a los de la competencia.
¿Porqué un buen trabajo de packaging ayuda a vender más?
Muchos de los clientes con lo que hemos trabajado a lo largo de los años, en sus inicios, nos hacían la misma reflexión. Mi producto es bueno, pero no consigo vender más. O nos comentan… los distribuidores no me dan una oportunidad de tener presencia en los lineales…¿qué hago?. La respuesta para nosotros está clara. No se trata de que a ti te guste tu producto, se trata de que al consumidor le guste tu producto. Y para eso primero debe comparlo y probarlo. La clave es, en un mercado tan saturado de marcas y productos, ¿tu producto ofrece algo diferente?, ¿lo estás comunicando en el packaging?. Esa es la clave. Saber analizar el valor de un producto y expresarlo mediante todas las herramientas que el packaging pone a nuestro alcance.
Por lo tanto, un buen trabajo de packaging enfocado desde un punto de vista profesional, es el que va a determinar que un producto llegue al público al que se dirige o que no transmita los valores diferenciales y pase desapercibido.
¿Hablamos?